“El ano está diseñado sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo. El miembro que penetra el ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones”.
De lo que se deduce que la homosexualidad es peligrosa para la salud. Queda la duda con las relaciones lesbicas, allí no se recibe ningún agente externo peligroso.
Un argumento que debería ser parte de la catedrar para los seminaristas del mundo, por el alto indice de homosexualidad en las filas católicas; para nadie es un secreto que dentro los miles de curas católicos hay muchos que desearían salir del closet.
La homosexualidad existe desde que existe el hombre, inicio junto con el calentamiento global, ademas la iglesia católica carece de autoridad moral para hablar del tema, son cientas, por no decir miles las acusaciones de violación y abuso infantil en todo el mundo.
Cardenal Norberto Rivera explíquele los peligros de la penetración anal a sus subalternos, para que tengan en cuenta el daño que causan cuando violan a un niño.
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