Cientos de mujeres se han tatuado una corona como símbolo de amor propio y fortaleza.
La feminista australiana Constance Hall, que escribe un blog sobre la maternidad, inició la moda cuando publicó en Instagram una fotografía del tatuaje de una de sus seguidoras.
"Una de nuestras Reinas se ha hecho este tatuaje para recordarse que es una puta Reina aunque esté luchando por quedarse embarazada y tenga que tomar hormonas de todo tipo. Sigue siendo una Reina. Siempre lo será. Le deseo toda la suerte del mundo y me siento inspirada y estoy pensando que quizá todas necesitemos tatuarnos una corona", escribió Hall a modo de título de la foto.
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